miércoles, 29 de septiembre de 2010

AMOR QUE TODO PERDONA


“Entonces el hijo regresó a la casa de su padre. Mientras el hijo todavía estaba muy lejos de casa, su padre lo vio y tuvo compasión de él. Salió corriendo a su encuentro y le dio la bienvenida con besos y abrazos”
(San Lucas 15:20)


El amor debiera ser el motor que moviera el mundo. El perdón sería más fácil si nos dejáramos guiar por el amor. El mundo necesita amor. Por eso Jesús contó tres historias con el propósito de ilustrar que lo más importante para ser feliz es la compasión, el amor y el perdón:


Había un hombre que tenía dos hijos, el menor de ellos exigió toda su herencia, ele padre aún con vida, le entregó todo lo que sería su herencia. El joven partió a otro país malgastando todo en borracheras, prostitutas; llevando una vida descontrolada. Cuando hubo gastado todo, empezó una gran hambre en aquel país. Desesperado buscó trabajo, el único que encontró fue el de cuidador de cerdos es un chiquero. Era tanta su hambre que deseaba comer del desperdicio que comían los cerdos, pero no se lo permitían. Un día, finalmente de dio cuenta que había sido muy tonto y dijo: “¡Todos los trabajadores de mi padre tienen suficiente comida, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Iré a la casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco llamarme tu hijo; déjame ser como uno de tus trabajadores”. (Lucas 15:17-19). Entonces el hijo se levantó y regresó a casa de su padre. Todavía no llegaba a la casa, cuando el padre que lo esperaba todos los días, lo vio a la distancia, tuvo compasión de él al verlo sucio, hambriento y derrotado. Salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo cubrió de besos amorosos. El hijo se arrodilló, pidió perdón y misericordia. Por su parte el padre mandó a sus sirvientes vestirlo con la mejor ropa, ponerle un anillo, calzado y matar el mejor becerro. Mandó a traer música e invitó a sus amigos y familiares a celebrar el regreso de su ansiado hijo, y dijo:


“Mi hijo estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y ha sido encontrado”. Y empezaron la fiesta.


Te invito a reflexionar en la historia de Jesús de dos maneras;


v  -Si tienes un hijo perdido, que prácticamente te ha dejado en la calle y en vergüenza, recuerda al padre de ésta historia; siempre lo esperó pacientemente a que reflexionara, madurara y regresara. No lo recibió con insultos y regaños; su actitud fue de compasión, amor y perdón.

v  -Es posible, que al igual que el hijo perdido, tú te encuentres en la misma situación; lejos de tu Padre Celestial, perdido y sin esperanza. Te invito a que recapacites, y en un acto de valentía, te levantes, vuelvas a tu casa; Jesús te está esperando con los brazos abiertos. No importa cómo estés, ni cuánto hayas perdido, Él te ama; quiere celebrar tu regreso con una gran fiesta en los cielos. Vuelve a Casa, por favor.





Lic. Elizabeth Gurrión Matías

EL SOL SALE PARA TODOS

Dios hace brillar el sol sobre malos y buenos
Y que la lluvia caiga tanto para
Los justos como para los injustos”. Mateo 5:45

Después de tantos días nublados y lluviosos, ¡Que alegría nos da ver brillar el sol! Estoy segura que todos deseábamos disfrutar de días soleados.

El sol es un astro luminoso, centro de nuestro sistema planetario; alrededor del cual gira la tierra y los demás planetas. El sol no sólo nos da calor y luz, todos los seres vivos requieren del suministro constante de la energía solar para realizar todas sus actividades.
La supervivencia en la tierra depende de la realización del fenómeno fotosíntesis; que es el proceso en que las plantas verdes transforman, gracias a la luz solar, las sustancias inorgánicas en materia orgánica nutritiva (glucosa, sacarosa, almidón). El sol es indispensable para que haya vida en la tierra.

La Biblia dice que Dios lo creó, lo mantiene y lo dirige; dice que el sol se levanta, se pone, recorre el camino en su curso en los cielos (SALMOS 19:4-6) También nos dice que Dios es perfecto y justo que lo hace salir y brillar sobre todo ser humano; no hace acepción de personas sean buenas o malas; nadie paga por recibir la energía solar, Dios la provee gratuitamente.

El profeta Malaquías nos habla de un Sol que saldrá solamente para aquellos que respetan el Nombre del Señor. El cristiano fiel y verdadero pasa por túneles oscuros de pruebas y sinsabores; por situaciones adversas de dolor, de enfermedad, de escasez, de silencios de Dios… Sin embargo, el profeta anuncia tiempos de dicha para los justos:

“Para ustedes que respetan mi Nombre, brillara el Sol de Justicia que los sanará con su calor, y saldrán libremente saltando como terneros que están en engorda”.
Malaquías 4:2

Este pasaje es un hermoso regalo de esperanza; es el cuadro de una existencia feliz y despreocupada. La gloria de Dios en Cristo Jesús dispersa las tinieblas del pecado y la tristeza, y trae alegría al pueblo de Dios.

¿Te encuentras en el valle de las sombras? ¡Ya nació el Sol de Justicia!, “Despiértate, tú que duermes; y levántate de los muertos y te alumbrará Cristo”.

Lic. Elizabeth Gurrión Matías

martes, 28 de septiembre de 2010

DESASTRES: PROTECCIÓN DIVINA

“Cuando pases por las aguas,
Yo estaré contigo;
Cuando cruces los ríos,
No te ahogarás
Cuando tengas que atravesar por fuego,
No te quemarás;
Las llamas no arderán en ti”.
Isaías 43:2

Dios escogió un pueblo común para hacerlo especial y a través de Él traer salvación a todas las naciones. Por lo tanto era su deber preservar a ese pueblo para que se cumplieran sus planes. La promesa de preservación no solo es para el pueblo de Israel; Dios amplió su radio de bendición a través de Jesucristo para todos los pueblos incluyéndonos a ti y a mí.
 En cierta ocasión Jesús y sus discípulos cruzaban el mar de Genesaret; de un momento a otro se desató una terrible tormenta y las olas azotaban tan fuerte el bote que este se inundaba. Los discípulos entraron en pánico a pesar de que algunos de ellos eran pescadores; y lo despertaron a gritos: “Maestro, ¿No te importa que nos vayamos a ahogar?”  Entonces Jesús regañó al viento para que se callara y le ordenó al mar que se aquietara. Inmediatamente el viento se detuvo y todo quedó en calma.
Al observar a mí alrededor, tengo la impresión que cada día que pasa es más difícil vivir tranquilo. Pareciera que las fuerzas malignas azotaran nuestras vidas tratando de destruirlas. Hogares deshechos, hijos rebeldes, padres ingratos, vidas fracasadas, autoridades corruptas, delincuencia en aumento; alcoholismo y drogadicción a la alza, falta de empleo que se traduce en pobreza…; los desastres naturales en nuestra región han contribuido para hacernos más difícil la supervivencia y el cristiano de hoy, enfrenta duras pruebas.
Al igual que los discípulos, es muy fácil entrar en pánico al ver las gigantescas olas de problemas, y los fuertes vientos de incertidumbre y desesperanza. Pero recordemos el texto de hoy y la historia de Jesús. Él ha prometido acompañarnos en esta dura travesía de la vida; tiene todo el poder para evitarnos un desastre. Su protección Divina nos garantiza seguridad y tranquilidad en nuestro diario vivir a pesar de las tormentas.

“Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas”.
SALMOS 18:16

Lic. Elizabeth Gurrión Matías

lunes, 27 de septiembre de 2010

LOS ÁNGELES CUIDAN A LAS MADRES SOLTERAS

Pero Dios escuchó la voz del niño, y el ángel del Señor bajó del cielo. Él dijo: “Agar ¿qué te pasa? No te asustes, el Señor ha escuchado el llanto del niño”.

Génesis 21:17

La Biblia es un compendio de historias de hombres y mujeres comunes y corrientes; con virtudes y defectos, presentados con toda la crudeza de la naturaleza humana. Muchos la critican, porque acaso, ¿no es la Palabra de Dios? Efectivamente, es la voluntad de Dios para la humanidad que tercamente huye de su Creador. Sin embargo Dios siempre insistirá en su necio amor proporcionándole al hombre su gracia, a pesar de…

Agar era una esclava egipcia, cuyos dueños eran Abraham y Sara. Ambos eran ancianos y no podían tener hijos, porque Sara era estéril. Aun conociendo la promesa de Dios de darles una gran descendencia, Sara quiso “ayudarle” a Dios. Obligó a su marido y a su esclava a tener relaciones sexuales con el fin de que Agar quedara embarazada y el hijo nacido bajo su techo fuera suyo. Cuando la esclava se vio embarazada se llenó de orgullo y arrogancia y empezó a despreciar a su patrona. Entonces Sara la maltrataba continuamente; y la esclava huyó. Caminando sola por el desierto, un ángel de Dios la encontró; le pidió que regresara con su patrona y le dio una promesa: “Ahora que estás embarazada darás a luz un hijo al que llamarás Ismael (Dios escucha). Ya que el Señor ha escuchado tu tristeza”.

Agar volvió a la casa de sus patrones, pero la situación no mejoró. Al nacer el hijo de la promesa (Isaac), Sara vio que el hijo de la esclava jugaba con el suyo y se enceló. Le advirtió a su marido que nunca compartiría la herencia de su hijo con el de la esclava, y que los corriera. Abraham le dijo que hiciera lo que mejor le pareciera. Así que Agar fue lanzada juntamente con su hijo; llevando algunas provisiones y un recipiente con agua. Durante varios días, Agar vagó por el desierto con su hijo; cuando se le terminó el agua decidió abandonar a su hijo para no verlo morir, luego se alejó y se sentó a llorar desconsoladamente, deseando la muerte. Pero Dios escuchó la voz del niño y el ángel bajó desde el cielo y le dijo:

“Agar, ponte de pie, levanta al niño y agárralo bien de la mano. De él haré una gran nación”.

Enseguida le mostró una fuente de agua, así que fue, llenó su recipiente de agua y le dio de beber al niño. Dios levantó de Ismael a todas las comunidades árabes; los mayores exportadores de petróleo.

Si conoces a una madre o padre soltero, compártele esta reflexión. Dile que Dios ha enviado un ángel para que le acompañe en el desierto de la soledad, del abandono, de la tristeza. Él abrirá una fuente de aguas vivas, para saciar su necesidad y la de sus hijos. Dios siempre cuidará del desamparado.

Lic. Elizabeth Gurrión Matías